Homenaje
2021

Una exposición de 365 piezas de cerámica y pintura en Lima Modern, Lima Perú.

“Esa alegría de vivir de la que hablas desgraciadamente no es tan constante. Tengo que renovar constantemente el motivo de mi entusiasmo, imaginar algo, empeñarme en algo, pero de todas maneras mover con la cucharita de mi propia voluntad el azúcar que está al fondo de las cosas”.

Fragmento de una carta escrita por Tita Liceti a su gran amiga Martha Phillips, agosto 1961.

Luego de una conversación en 2017 sobre una carta de su abuela apareció la idea semilla de Homenaje, la obra de Valentina Maggiolo. El plan inicial era hacer una cuchara por día durante un año -una medida de tiempo  cotidiana y significativa- como ejercicio de constancia, repetición y decisión. Luego, el proyecto de modelado se adaptó a los tiempos de la cerámica, y pasó a ser una faceta de la obra, ya no el objetivo de la labor que finalmente tomó cuatro años. 
Se entiende el trabajo como un ejercicio de foco: mirar al horizonte, encontrar un punto fijo y no perderlo de vista. Como contemplar una pintura de Georgia O’Keeffe, imaginar el olor de los pétalos blancos y carnosos, y mantenerlo en la mente.
Al inicio, las cucharas iban a ser hechas de la misma arcilla. Las primeras veinte son de arcilla 6018, un barro con textura graneada. El resto son distintas. Luego de quemarlas, Valentina cayó en cuenta de que parecían reliquias o restos arqueológicos. El proyecto cambió, y las cucharas también. Como algo orgánico, que es todo lo que desaparece en el horno de quema. Finalmente, la pieza más chica es como un dedal, y la más grande representa una excavadora. Algo que entra en la mano y algo que es más grande que uno. Ya no eran cucharas para una taza. Eran palas, excavadoras, coladores y huesos. Eran herramientas, útiles, inútiles, imposibles. Salvavidas para la imaginación. Metáforas para la vida. 
Homenaje es una excavación en la memoria propia, en la familiar y colectiva. Ahondar en un terreno desconocido, descubrirlo, mapearlo; darle forma con las propias manos. Bajar los zapatos del pedestal y ponérselos. Y hacer de ese ejercicio, un ejercicio universal.